MOTIVACIÓN:

Agradecer el amor paternal y la preocupación de Don Bosco por la salud y el bienestar de sus misioneros, lejos de ser un "negrero".

FRASE BÍBLICA:

“El Señor es quien te cuida, el Señor es tu sombra protectora.” (Sal 121, 5)

REFLEXIÓN:

Uno de los "Recuerdos" más humanos y conmovedores de Don Bosco fue: "Cuiden la salud. Trabajen, pero sólo lo que les permitan sus fuerzas". Esta frase revela su profundo corazón de padre, que priorizaba el bienestar de sus hijos sobre la cantidad de trabajo. Quería que fuesen santos, pero también sanos. Este cuidado nos enseña que el celo apostólico debe ir de la mano de la prudencia y el justo medio, evitando el agotamiento que apaga el espíritu.

El trabajo misionero, por su propia naturaleza, es exigente. Sin embargo, la caridad debe empezar por uno mismo, cuidando el cuerpo como templo del Espíritu Santo. Agradecer este recuerdo es integrar el descanso, el deporte y el esparcimiento como parte esencial de nuestro servicio. Si la misión nos enferma, no podremos servir. Don Bosco nos da permiso para cuidarnos, y nos exige hacerlo con sabiduría.

COMPROMISO:

Crea un pequeño "Decálogo de la Prudencia" en el trabajo para compartir con tu comunidad o grupo de servicio, promoviendo el equilibrio.