MUJER MODELO

"La Virgen es madre y mujer, es el modelo de todos los cristianos y la mujer debe reconocerse en ella. Como dijo Juan Pablo II: 'María es una presencia dentro de la Iglesia', y debemos encontrarla igual que encontramos a Cristo", señaló la hermana.

FLORECILLA

Los tres lazos y la confesión

El 4 de abril de 1869 reunió a todos los alumnos en el salón de estudio y les contó el siguiente sueño: Soñé que estaba en el Templo, el cual se hallaba totalmente lleno de jóvenes: los alumnos actuales y muchos más que vendrán en el futuro. Parecía que se preparaban para confesarse. Mi confesionario tenía una inmensa multitud de jóvenes esperándome para confesarse.

Empecé a confesar, pero luego al ver que eran tantos los que pedían confesión me levanté del confesionario para buscar a otros sacerdotes que me ayudaran a confesar: Pero al pasar por en medio de los jóvenes vi que varios de ellos tenían un lazo amarrado alrededor del cuello. Me acerqué a uno de ellos y le dije: – ¿Por qué no se quita ese lazo o cuerda del cuello? Él me respondió: – No puedo quitármelo, porque hay detrás de mí uno que sujeta fuertemente el lazo.

Volví a mirar y vi que en medio de los jóvenes sobresalían muchos cuernos. Observé más detenidamente y encontré allí un horrible animal, en forma de un gato enorme, con hocico monstruoso, largos cuernos, y que se encogía como para que no lo vieran.

Y noté con horror que cada uno de los jóvenes tenía junto a él un animal tan horrible como el anterior. Y cada animal llevaba entre sus garras tres lazos. Me acerqué a uno de ellos y le pregunté: – Dígame, ¿qué hace aquí? Él me respondió: – Con estos tres lazos obtengo que los jóvenes no se confiesen o se confiesen mal, y con ellos me llevo a la condenación a la décima parte de la gente.

- ¿Y qué significan esos tres lazos? – le pregunté.

- No le digo porque usted les cuenta eso a los jóvenes – me respondió el monstruo.

Yo tomé en mis manos la vasija del agua bendita y le dije: – O me dice qué son esos tres lazos o le echo agua bendita. En nombre de Jesucristo dígame que significan.

El monstruo se retorció y dijo: – El primer lazo significa que se callen los pecados. Que no confiesen al confesor los pecados que han cometido.

- ¿Y el segundo lazo? – El segundo lazo significa que se confiesen sin arrepentimiento, sin sentir verdadero dolor y pesar de haber ofendido a Dios.

- ¿Y el tercer lazo qué significa?- El tercer lazo no se lo quiero decir. Ya le he dicho demasiado.

- Me dice qué significa el tercer lazo o le echo agua bendita.

El monstruo empezó a despedir llamas por los ojos y gotas de sangre y gritó: – El tercer lazo significa que no hagan propósitos de portarse mejor, y que no hagan caso a los consejos del confesor.

Todos los demás gatazos empezaron a protestar brutalmente contra éste que me había contado el secreto de los tres lazos, y yo viendo que se iba a formar un tumulto, les eché agua bendita y desaparecieron haciendo un grandísimo estrépito, y al sentir aquel ruido tan grande… me desperté.

Me quedé aterrado al ver que muchos jóvenes que yo creía muy buenos, tenían al cuello los tres lazos.

Conviene recordar qué significa cada lazo: el primero, callar por vergüenza los pecados al confesarse. O no decirlos, o decirlos pero en menor número de lo que han sido. El segundo lazo: confesarse sin arrepentirse, sin sentir contrición o pesar de haber ofendido a Dios con los pecados cometidos. Y el tercero confesarse sin serio propósito de convertirse, de cambiar de vida y de volverse mejor. Los que desean quitarse estos tres lazos de encima tienen que confesar sus pecados sin callarlos, y arrepentirse de veras antes de confesarse, y esforzarse por hacer un buen propósito en cada confesión y tratar de cumplirlo lo mejor posible.

El monstruo antes de desaparecer me dijo: – Observe el fruto que los jóvenes sacan de sus confesiones. El fruto principal de una confesión debe ser el enmendarse de sus faltas. Si quiere saber si ya los tengo atados con los lazos o no, pues observe a ver si se enmiendan o no se enmiendan, si mejoran de conducta y comportamiento o siguen lo mismo que antes.

Algo que me llenó de tristeza fue el ver que los que llevan los tres lazos al cuello, o al menos uno, son muchísimos más de los que yo había imaginado. Cada uno piense seriamente si no tendrá alguno de esos lazos al cuello, y trate de quitarlo.